Jugando a vivir

12/20/2005

Plácida y pausadamente

Estoy a la mitad de la lectura de la última novela del buen gabo: "Memoria de mis putas tristes". Es un libro pequeño de los que bien pueden ser devorados en una noche. Sin embargo, y como suele sucederme con sus libros, detengo la lectura muy a menudo, sumido en algún párrafo o sonriente ante alguna de sus irónicas descripciones. Es por eso que me gustan sus libros, porque son de los que uno puede disfrutar sin prisas, palabra por palabra y desde la primera frase.