Jugando a vivir

4/07/2006

Ya somos tres

El nuevo integrante de la familia se llama Howards, es un pez Beta de color rojo con azul y en estos momentos está adaptándose a su nuevo entorno, al mismo tiempo que me maldice. Déjenme explicarles el porqué: La idea era que Howards fuera una sorpresa para pepe grillo, quien había manifestado el deseo de tener un pez, lo encontré luego de recorrer la mitad de las peceras de Cuernavaca aprovechando que pepe grillo había salido de la ciudad por cuestiones de trabajo. Por supuesto, tenía que cumplir con ciertas características: pez Beta, color rojo con azul, amigable, sano, fuerte y simpático; fue una ardua pero interesante labor ya que tuve la oportunidad de conocer muchos tipos y variedades de peces. Finalmente lo ubiqué en una tienda donde amablemente la encargada me instruyó en todo lo que se refiere al cuidado de este tipo de peces. Alimentación, agua, temperatura, iluminación, reproducción, estados de ánimo, estimulación, inteligencia, conforme avanzaba la lista mi cara de estupefacción se hacía manifiesta por lo que la encargada añadió al final: “pero es un pececito muy saludable y resistente, además mire que bonito”. Me mostró la bolsa en la que lo había puesto y solo pude ver su cara muy seria que me miraba fijamente mientras inflaba y desinflaba sus cachetes, tenía una expresión de: “a donde me vas a llevar hijo de…”. Desde ese momento Howards adquirió una personalidad propia, además de ser inquieto y obstinado como su madre (jeje). En fin, cambiando de tema, ya entrada la noche, cometí la burrada de subirlo al coche, era hora de ir por su madre quien llegaría procedente del defectuoso en autobús después de un lago día de trabajo. La intención era ir a recibirla y que conociera a Howards, seguramente eso le alegraría el día. El problema fue que a Howards no le hizo mucha gracia el paseo, la bolsa se sacudía y el agua en su interior no lo dejaba estar en santa paz. Yo estaba preocupado, así que en un semáforo, levanté la bolsa a la altura de mi cara y nuevamente, ahí estaba, mirándome fijamente con la misma expresión de la primera vez, pero en esta ocasión más enojado. Como podrán darse cuenta nuestra relación padre-hijo no iba precisamente “viento en popa”. El viaje terminó y una vez en manos de pepe grillo Howards se relajó un poco. Ya en casa fue una odisea meterlo a su pecera, no se dejaba, como buen pez es muy escurridizo. Una vez dentro recibió su primera ración de comida, a la que por cierto han seguido varias raciones, aquí entre nos, come bastante para ser un pez del tamaño de un dedo. Nos sentamos a observarlo y fue en ese momento cuando salió a flote mi conciencia: “¿sabrá que se encuentra recluido?, ¿se sentirá triste?, ¿sentirá?, ¿estoy siendo cruel?”. No conozco ni de cerca, las respuestas a esas preguntas, por lo pronto y debido a mi genial idea de comprarlo, seré yo el encargado de darle de comer. Trataré de vez en cuando de meter mi dedo en la pecera y jugar con él. Dice pepe grillo que cuando te toman confianza se tallan contra tus dedos como si fueran cachorritos. Solo espero que Howards se sienta querido y apreciado, eso si, es muy hermoso, en eso también se parece a su madre.

Me enteré de lo siguiente:
El pez beta es originario de Tailandia, Malasia e India.
Posee Branquias, sin embargo normalmente no toma oxígeno del agua donde vive, toma oxígeno de la superficie a través de un órgano llamado laberinto.
No soporta la presencia de otro macho, pelean hasta que uno muere.
En sus países de origen se usan para peleas donde hay apuestas y todo.
Se ha observado que muerden las colas de colores de peces de otras especies
Viven en promedio 2 años.

1 Comments:

  • Me divertí muchísimo leyendo tu post. Imaginé la expresión de Howards mirándote. No se puede quejar, es un pez afortunado, ¿a cuántos peces pasean en coche y lo llevan a recibir a su mamá? Verás que pronto te perdona la agitación acuífera recibida.

    By Blogger Senda 18, at 12:43 a.m.  

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