Jugando a vivir

5/09/2006

Incómoda realidad

En los días pasados he puesto especial atención en un aspecto que desde hace mucho me causa curiosidad acerca de mi mismo. Sin rodeos ni tapujos he de decir que me incomoda irracional e inevitablemente el ser solamente un observador más de la realidad social, el no tener poder de decisión sobre asuntos que realmente importan y que sobrepasan el ámbito personal. Siempre me he dado cuenta de ello y ocasionalmente he intentado hacer algo al respecto, pero invariablemente resulta insuficiente. En términos llanos, me refiero a la incomodidad que me causan todos los días y a todas horas, las dantescas imágenes con las que nos topamos habitualmente al deambular por cualquier cuidad, no necesariamente de México, que quede claro.
Estas imágenes presentan un rostro de mujer, de niño, de anciano, sin más esperanza que la fortuna o algún dios de los que no creen en nadie. La gravedad de la situación de estas personas no solo se presenta en forma de un cuerpo descuidado y sucio, peor aún, se filtra a través de sus ojos y llega hasta uno con aire recriminante y rencoroso. Al menos así es como yo lo percibo.
¿Me da para un pan?, ¿tiene un peso que me regale?, ¿me compra un chicle?, ¿me da para el "chesco"?, mi mamá está enferma ¿me da para las medicinas?. Uno sabe bien que regalarles dinero está muy lejos de beneficiarles en algo, yo creo que la gente lo hace por safarse de esa misma incomodidad que ocasionan en mi este tipo de situaciones. Algunos aplican algún filtro como: "yo si les doy pero solo a los viejitos" aunque pienso que en solo para respaldar el autoengaño de que se está ayudando y para sosegar el remordimiento. El "no tengo" suena a "no te quiero dar" y cualquier insistencia termina por hacer más largo el suplicio. Estas personas no son víctimas de malos gobiernos ya que hasta en los paises más desarrollados existen, tampoco podrían decirse que sean víctimas del resto de las personas, ¿selección natural?, ¿mal social necesario?, son incontables las expresiones que he leido en referencia a ellos y hasta la fecha no he encontrado ninguna que lo haga sonar menos deprimente.
Tampoco se puede decir que están así porque no estudiaron o porque sean flojos, la verdad es que muchos de ellos jamás tuvieron la oportunidad o la tuvieron bajo circunstancias imposibles de superar.
No se ni porque me metí en un tema tan escabroso, en fin, espero poder llevar a buen término estos párrafos. Quienes me conocen saben que estoy muy lejos de ser un "junior" o cosa similar, todo lo contrario y es que estas sensaciones no obedecen al clásico remordimiento de clase que arroja a centenares de mujeres ricachonas a eventos de beneficencia y caridad. No, no es eso, creo que es solamente un instintivo y muy elemental sentido de solidaridad que no se como encausar.
El domingo pasado, un señor de edad avanzada que atiende una vulcanizadora cercana, tuvo la amabilidad de arreglar la llanta del coche de Gwendy. Llegamos cuando estaba por cerrar, y aunque le dijimos que regresaríamos otro día, él prefirio hacer la talacha de una buena vez. Cualquiera que haya tratado alguna vez de desmontar una llanta con el rústico aparato de las vulcanizadoras sabe a lo que me refiero cuando digo que se requiere fuerza. Le ofrecí ayudarlo, pero me miró como si lo hubiera ofendido y sin responder continuo su trabajo. Al final, casi sin aliento y con un derrame en el ojo, cobró lo acordado y le dimos las gracias. No se ni su historia, ni su situación actual, pero si se que no debería realizar un trabajo tan exigente. En ese momento pensé en que no me gustaría que mi padre tuviera que hacer algo similar alguna vez en su vida y creo que en eso radica la incomodidad, seguramente él también tuvo un hijo o un hermano al que no le hubiera gustado verlo así.

2 Comments:

  • Si que tocaste tema escabroso, sin embargo, tengo algunas ideas al respecto:

    1) No hay razón del remordimiento. Si una sola persona tuviera el poder de eliminar las carencias y pobrezas, si esa persona fueras tu y no lo hicieras entonces si habría razón del remordimiento. El asunto es que en mayor o menor escala todos tenemos limitaciones económicas y es imposible solucionar lo que uno quisiera tanto de uno mismo como de los demás.

    2) La sensación es natural pues la actitud de pedir llega a la parte emotiva y no a la racional por lo que inmediatamente se hace la analogía con personas a las que queremos.

    3) ¿Qué hacer? Creo que lo mas sensato es guiarse por la intuición y dar esa ayuda cuando sea posible y la voz interior lo dicte.

    Nota al margen: Unos alumnos en la prepa hicieron una investigación sobre la realidad de los mendigos. Cada equipo eligió a uno (de los más conocidos en la ciudad) y lo espiaban. En muchos casos resultaron un fraude. Sus familiares los dejaban tempranisimo, por supuesto en automóvil e iban por ellos en la noche.

    Con ésto no quiero decir que no se ayude a la gente cuando asi se considere, se pueda y se quiera pero también hay que estar conscientes que muchas personas recurren a los buenos sentimientos para obtener dinero fácil.

    By Blogger blancavg, at 2:02 p.m.  

  • El sentir que debes ayudar , aveces confunde por que aveces sabes k debes ahcerlo y no lo haces por temor a no se que, y cuando ayudas tienes el temor de sabes si esta bien o no?...es un sentimiento real.pero al mismo tiempo...irreal x k no sabes por que...creo k no podria explicarlo escribiendo dolamente

    By Blogger leslie, at 6:11 p.m.  

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