Jugando a vivir

11/27/2006

15... ¿primaveras?

Un hombre cansado pero muy contento. Eso es todo lo que quedó de mí después de un fin de semana de viaje relámpago, fiesta y fantasmas.
Todo comenzó con la noticia de que mi prima Rosi sería presentada como una linda quinceañera ante los ojos de la suciedad… mmhh, corrijo, s o c i e d a d, aunque a veces son sinónimos. Ya saben, la tradicional fiesta pletórica de singulares ritos, tan socorrida y aclamada ahora como en otras épocas y que es del gusto de la mayor parte de nuestros compatriotas.
Rosita, muy linda por cierto, se presentó como una mujercita en ciernes que abre bien sus ojos, duda un instante y finalmente se anima a caminar por si misma en un mundo materialista y misógino que solo penas y angustia le traerá. Mis mejores deseos para ella, espero que pronto entienda su enorme valor como persona y que su autoestima se mantenga firme ante las experiencias que seguramente vendrán y que amenazarán con convertirla en una mujer débil y acomplejada como tantas otras.
Rosi siempre ha sido una persona especial para mi, por nuestra diferencia de edades (que tampoco es mucha) me tocaba cuidarla cuando niña, situación que frecuentemente resultaba divertida. Ella y su familia siempre han vivido en Salamanca, Guanajuato aunque eso nunca ha sido obstáculo para dejar de frecuentarnos, mi familia y la familia de mis tíos se tienen mucho aprecio, de hecho creo que es la única familia de la parentela con quien tenemos un contacto de verdad cercano.

Pues bien, la travesía comenzó el sábado, sin probar bocado aún abordé un autobús con destino a México-Aeropuerto con la finalidad de tomar ahí mismo uno que me llevara a la ciudad de Querétaro en mi camino hacia Salamanca. Según yo era la manera más rápida, evitando hacer el engorroso traslado de taxqueña a la central del norte por metro. Todo iba muy bien, cuando de repente un grupo de apenas treinta o cuarenta personas bloquean la calle, sacan sus mantas y comienzan a gritar a favor de… ¿quien creen?, si del mismísimo e ilustre peje. Me molesta cuando estas cosas ocurren porque veo que la gente aprende muy lentamente, no aprendemos por ejemplo que los partidos políticos no son equipos de fútbol a los que hay que defender a capa y espada, que el ser militante no quiere decir que uno esté de acuerdo en automático con lo que diga el partido, mucho menos con las personas del partido. Algo que me parece absurdo de las marchas como esta es que no cumplen con ninguno de sus dos cometidos: ni hacen presión sobre el gobierno porque a los que están afectando es a los ciudadanos, y mucho menos se hacen escuchar porque lo único que logran de quienes los escuchan es enemistad y rechazo, muy pocos se pondrán a reflexionar en las peticiones de un grupo de personas que afecta sus vidas sin ninguna consideración. En fin, otro día ahondaré más en los cuentos de las marchas.

Una vez llegando al aeropuerto no hubo mayores contratiempos por lo que llegué a Salamanca ya entradita la noche, justo cuando la fiesta comenzaba y a tiempo para ver a Rosita bailar una pieza de tango, con fulano al que se le denomina “chambelán” en el argot quinceñeril. Bailé y me divertí mucho, alrededor de las dos de la madrugada regresamos a casa de mi tía titiritando de frío. Al día siguiente todo fue platicar, ponernos al corriente, recordar un poco y comer rico. Asistimos a otro cumpleaños en casa de una familia que por cierto estaba más atenta al partido del América que a lo que sucedía en el comedor, al observarlos nuevamente sentí un gran alivio por haber superado esa etapa en la que me enajenaba con un partido de fútbol.
Ya entrada la noche y después de haber comprado fresas y cajeta me dispuse viajar nuevamente a Querétaro donde, según una leyenda urbana había un autobús que viajaba directo a Cuernavaca a las 11:35 de la noche.
Llegué a Querétaro y resultó que en efecto así estaba programado, pero el bendito camión pasó hasta las 12:30 ya que venía de algún lugar de la frontera y era “de paso”, por si eso fuera poco me botó en Cuernavaca hasta a las seis de la mañana de hoy. “De paso” para quien no conozca la terminología significa: “le pusimos una hora de salida pa’llenar el requisito pero la neta no tenemos ni p… idea de a qui’ora pase el bus”, esa fue la inmejorable definición que obtuve de un ilustre y expresivo chaval al preguntarle sobre el retraso.
Ya en el trayecto conocí a un personaje llamado Arnulfo con quien sostuve una charla más que interesante, pero esa… es otra historia.

2 Comments:

  • Me quedé con la curiosidad de la parte sobre fantasmas. Relataste el viaje y la fiesta pero, y ¿a qué fantasmas te refieres?

    Ay, la frase: "...en un mundo materialista y misógino que solo penas y angustia le traerá"

    aunque cierta, depende mucho de cómo vea la vida cada una y que en vez de que ciertas actitudes misóginas sean causa de pena y angustia originen deseo de superación además de lo entretenido que es ir en su contra. Por otra parte, no todo es misoginia y penas, afortunadamente hay mucha gente no misógina que hacen bonita la vida.

    By Anonymous Anónimo, at 10:23 a.m.  

  • Como dicen los sencishitos: tenés toda la razón. Ya no escribí acerca de eso, ya me había extendido demasiado, pero tiene que ver con el personaje que conocí en el trayecto y que aparecerá en la siguiente entrada.

    Sobre la frase que citas, ciertamente hay muchas maneras positivas de enfrentar las situaciones adversas, pero en las condiciones actuales creo que las mujeres tienen que soportar demasiadas cosas a la vez, la presión sobre ustedes es constante, en le calle las miradas y las palabras, en las revistas las imágenes desproporcionadas de la belleza, de sus familias lo que se espera de ustedes como mujeres, de sus novios el acoso sexual, de sus amigas el juicio severo e inmediato, de la sociedad una etiqueta hipócrita e insulsa, el hombre siempre es un hombre y ya, si acaso es mujeriego o borracho, adjetivos que normalmente van más en beneficio que en detrimento, pero la mujer tiene que ser una loca o una buena ama de casa o una religiosa o rara, en fin, siempre se les ponen etiquetas.
    Y así podría seguir interminablemente la lista de factores que me hacen pensar en la dificultad de esquivar tantas pedradas a la vez... ahora que... siempre hay mujeres que logran pintarle un dedo a la sociedad y hacer oídos realmente sordos a lo que se dice sobre ellas, mis respetos y felicitaciones para ustedes.

    By Blogger Sergio, at 11:37 a.m.  

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