Jugando a vivir

1/04/2008

Pequeños e inquietos dormilones

deMi cuerpo reposa exhausto mientras te abrazo dormida, el calor de tu cuerpo resulta el mejor refugio para mis pensamientos vagabundos. Vienen y van en tropel al tiempo que advierto una pequeña ventana de ti que aún se encuentra abierta. Mucho más allá del sur, detrás de las figuras que forma tu cabello, en tus pies dormilones descansa mi mirada. Pequeños gazapos de energía que acurrucados descansan a tus expensas. Aguardan pacientes la llegada del calor, sin importarles si proviene de tu cuerpo o el mío, se retuercen cuando nadie los ve, encogen fuertemente sus dedos y en un instante se relajan al sentirse liberados. Perciben mi mirada y se detienen avergonzados, pero solo por un instante, saben que los he visto antes. Son tus pies pequeños los que hablan por ti mientras duermes, los que se asustan, brincan y lloran, son el reflejo de tus sueños inquietos y locos.